ECOS DE LO INVISIBLE

Isabel Englebert & Eugenia Maranesi
Del 13 de Marzo al 31 de Mayo de 2025

Lorena Del Pilar Art se complace en anunciar la apertura de la primera muestra del año 2025.

“Ecos de lo Invisible” de las artistas Isabel Englebert y Eugenia Maranesi con curaduría de Ruth Geoffroy y Lorena del Pilar Guerrero.

La muestra puede visitarse de lunes a viernes de 13 a 19 hs.
Fecha de apertura: 13/03/2025 -31/05/2025

TEXTO CURATORIAL:

Desde las antiguas Vanitas barrocas hasta los registros conceptuales de On Kawara, la historia del arte ha evidenciado una y otra vez el anhelo de capturar lo efímero y preservar lo intangible. Ese deseo de fijar en la materia la huella de la experiencia resuena con la búsqueda de Platón por las Formas eternas, al tiempo que dialoga con la obsesión de Jorge Luis Borges en Funes el memorioso, donde la memoria total se revela, paradójicamente, como una condena. En esta exposición, las obras proponen un recorrido por la persistencia de lo que se va, la sombra de lo que estuvo y el eco de lo que permanece. Siguiendo el rastro de la ausencia, las piezas aquí reunidas nos enfrentan a un juego de presencias que, como en la teoría del “punctum” de Roland Barthes, revelan de pronto algo íntimo y conmovedor: el instante irrepetible que se resiste a desaparecer por completo. Eugenia Maranesi parte de su formación en arquitectura para construir geometrías que confinan el vacío en círculos repetitivos. Sus líneas, casi como un mantra, recuerdan la noción del eterno retorno de Nietzsche: la insistencia de la forma que se reitera y, a la vez, se transforma en cada repetición. En esos silencios del trazo emerge la sombra, un indicio de lo que subyace más allá de la estructura. Asimismo, la artista presenta una serie de esculturas metálicas que evocan la movilidad cinética propia de los móviles de Alexander Calder, generando un juego de equilibrios sutiles y oscilaciones que cobran vida con el más leve impulso. A su vez, la fisonomía y el lenguaje formal de estas piezas remiten al estilo de Enio Iommi, destacando la fuerza expresiva de la forma y la relación dinámica con el espacio. Estas esculturas parecen latir con la misma vitalidad que inspira el resto de su trabajo: un diálogo constante entre la ausencia y la presencia, donde el vacío se convierte en protagonista y la huella se hace tangible.

Isabel Englebert, en su proyecto Amateur Gods, nos sitúa frente a la pregunta por la construcción del yo en la era de la genética y la sobreexposición mediática. Al fragmentar su obra en veintitrés componentes que aluden a los cromosomas humanos, la artista entrega su propia secuencia genética al público, invitándolo a oficiar como un “dios amateur” que reimagina su esencia. Esta reflexión entronca con las inquietudes de Walter Benjamin sobre la reproductibilidad técnica: ¿qué se conserva de la “aura” de lo original cuando la esencia se hace accesible y manipulable? La escultura Mucho más que la suma de las partes nos remite a la noción de comunidad y pertenencia. Concebida en un contexto de aparente división, la obra exalta la unión en su forma final, evocando la idea de que la totalidad trasciende la mera agregación de elementos. En el fondo, recuerda la tensión entre individualidad y colectividad, tan presente en la historia de la humanidad y en las reflexiones políticas de pensadores como Hannah Arendt. Con Presencia de la Ausencia, las esculturas de acrílico y cianotipos abren un diálogo con la memoria y el tiempo suspendido, como los fosfenos que persisten tras cerrar los ojos. Este proyecto bebe de la tradición fotográfica que William Henry Fox Talbot iniciara en el siglo XIX, donde la imagen es testimonio y vestigio de lo visto. Aquí, la huella visual actúa como una metáfora de la vivencia que, aunque se desvanece, deja un rastro imborrable en nuestra percepción. Por último, Recuerdo, luego existo explora la memoria a través de fotografías microscópicas de la tinta de una birome. Siguiendo la estela de Marcel Proust de su obra En busca del tiempo perdido, donde el sabor de una magdalena desata un torrente de recuerdos, esta serie indaga en cómo lo aparentemente insignificante puede encerrar una profundidad insospechada. La sustancia esencial, tan cotidiana como la tinta de un bolígrafo, se revela aquí con una densidad casi cósmica, evocando la materialidad que nos constituye.

A lo largo de este recorrido, cada obra opera como un testigo de la ausencia y un reflejo de la presencia. Como en la teoría de la identidad psicológica —donde la memoria hilvana el yo a través del tiempo—, estas piezas tejen un puente entre lo que fuimos y lo que somos, confirmando que la experiencia artística es, en última instancia, un encuentro con aquello que persiste más allá de su forma visible. Así, Ecos de lo Invisible se articula como un espacio liminal en el que la sombra, la huella y la insistencia de la memoria encuentran su lugar, recordándonos que, tal como escribió Borges, “somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes”.

Curaduría: Ruth Geoffroy – Lorena del Pilar Guerrero

Los esperamos en Lorena del Pilar Art.
Galerías Larreta: San Martín 954, Florida 971, Local 31, CABA

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